Muchas personas asisten al consultorio dental deseando tener la mejor sonrisa. porque saben que una buena sonrisa es signo de salud. Uno de los procedimiento más solicitados es el blanqueamiento dental. El paciente debe conocer en detalle los beneficios y los cuidados que deben tener para mantener su nuevo color de dientes.
Una de las primeras cosas que observas cuando conoces a alguien es su boca. Una imagen de una sonrisa blanca siempre produce mejor impresión que una que no lo sea tanto.
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Así, en los últimos años, se ha incrementado el número de servicios demandados a los profesionales de la Odontología en temas de blanqueamiento dental. Pero, ¿sabemos qué es? ¿Cómo se hace? ¿Qué peligros evitar o qué cuidados hemos de tener?
El Dr. José Amengual, vocal asesor del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de de Valencia (ICOEV) y médico odontólogo experto en blanqueamiento dental, nos ofrece diez consejos fundamentales antes, durante y después del blanqueamiento.
1.- Un blanqueamiento dental es un tratamiento odontológico, no es un tratamiento meramente estético que se puede hacer en cualquier lugar. Es decir, es un tratamiento por el que puedes modificar el color de los dientes haciéndolos más claros que debe ser efectuado por un dentista colegiado que será quien diga los requisitos previos de salud que debemos cumplir.
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2.- El odontólogo será el que seleccione la técnica utilizar: tratamiento en la consulta o domiciliario, en casa, auto aplicándose blanqueadores, pero siempre bajo el control estricto por parte del dentista. Podrá visitar al especialista cada semana, cada quince días, etc., dependerá del caso.
3.- El profesional nos debe hacer un diagnóstico previo. Debe ser una persona que controle que todo funcione correctamente, que no hay peligro ni para las encías, ni para los tejidos blandos, ni para los dientes. Debe ser el que compruebe que todo se hace adecuadamente, que no se está utilizando demasiado producto y que monitorice y siga el tratamiento de forma directa.
4.- Normalmente, no es doloroso. Es posible que en algún paciente con sensibilidad extrema pueda sentir dolor, pero se produce como la sensibilidad a un helado o a una bebida muy fría. Además, sabiéndolo se puede pretratar para que no suceda o controlarlo para evitar que vaya a más o que llegue a ser molesto. Habitualmente es momentáneo y se soluciona de forma espontánea. En ocasiones es necesario hacer algún tipo de medida ya sea referente a modificar la pauta de tratamiento o utilizar colutorios o pastas dentífricas que colaboren en hacer que la sensibilidad se atenúe y llegue a desaparecer.
5.- Una leyenda es que puede dañar el esmalte, pero el Dr. Amengual afirma que si el blanqueamiento se efectúa de forma correcta siguiendo las instrucciones del dentista, se emplea un producto seguro, con una regulación sanitaria, vendido por empresas adecuadas, no es peligroso, es decir, no se daña el esmalte si se administra correctamente.
6.- Internet es el caballo de batalla de los profesionales. Está prohibido por ley vender directamente online a los pacientes productos blanqueadores. Si se hace desde una web en España o lo vende un comercio español es un delito, aunque se pueden comprar en el extranjero con el riesgo para la salud que supone. Y, además, todo blanqueamiento realizado en un lugar no autorizado (es decir, un lugar que no sea una clínica odontológica) puede tener graves consecuencias para nuestra boca. Se podrían dañar todos los dientes de forma severa.
7.- Uno de los principales factores que hace oscurecer el color de los dientes es el paso del tiempo. Si se blanquea un diente, con el tiempo volverá a oscurecerse (no como al estado inicial pero sí se oscurecerá). Para que ese grado de blanqueamiento perdure en el tiempo se deberán tomar medidas de mantenimiento, incluso, con el tiempo, algún retratamiento.
8.- Por otra parte, hay alimentos y bebidas que influyen en el color de los dientes antes, durante y después del blanqueamiento pero realmente lo que más influye son tomar medidas higiénicas inadecuadas. Debemos evitar bebidas que manchen y si no es posible realizar un buen cepillado tras la ingesta, así como controlar las dietas con alimentos con mucho colorante.
9.- También debemos evitar fumar. Pero si fumas, el blanqueamiento puede ser mucho menos eficaz. En las personas que fuman o mascan tabaco, combinado con una mala higiene bucal, es más fácil que el diente se oscurezca. Este tipo de oscurecimiento es menos importante que el que se produce a otro tipo de factores ya que éste es a nivel externo. Los colores graves de los dientes van asociados con factores que oscurecen el diente desde dentro, tipo enfermedades, toma de medicación, problemas dentales que hacen que el diente modifique el color de una forma más severa…
10.- Y un último mito que debemos desterrar trata sobre las pastas de dientes blanqueadoras. No hay pastas de dientes blanqueadoras, simplemente devuelven el diente a su color original pero no llegan a blanquear. Las pastas realmente blanqueadoras no se pueden comprar en farmacias, en grandes superficies o por Internet porque son productos blanqueadores en forma de pasta y sí que pueden llegar a blanquear pero debe ser un dentista quien los facilite y explique la forma de manejo.
En definitiva, hoy por hoy en las farmacias sólo se pueden dispensar dentífricos blanqueadores cuyo contenido en peróxido de hidrógeno no supere una concentración del 0,1% (o de peróxido de carbamida del 0,3%).
No obstante, sí que se pueden comercializar otros dentífricos destinados a intentar devolver al diente su color original y ayudar a disminuir el tono amarillento que con el paso del tiempo pueden adquirir algunos de ellos; así como con la finalidad de contribuir a favorecer la eliminación de manchas superficiales sobre los dientes y a prevenir su formación.
Tanto los primeros como los segundos son un complemento adecuado durante la puesta en práctica de un tratamiento blanqueador siempre indicado y supervisado por el odonto-estomatólogo. En ese sentido cabe recordar que los productos realmente blanqueadores (concentraciones superiores al 0,1% de peróxido de hidrógeno y 0,3% de peróxido de carbamida) sólo pueden ser dispensados por el dentista en su consulta o indicados por el mismo para su empleo de forma domiciliaria.
Fuente: icoev.es/
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